ACUERDO INSTITUCIONAL DE CONVIVENCIA (A.I.C.)

 

PRESENTACIÓN:

Queridas familias: El siguiente documento presenta los acuerdos institucionales de convivencia realizados por todos los miembros de la comunidad educativa. Los invitamos a seguir revisándolos con el objeto de mejorar día a día la convivencia en la escuela. Participar nos hace corresponsables en la formación, educación y acompañamiento de los estudiantes.

Existe un aspecto vital en los aprendizajes que es “APRENDER A VIVIR JUNTOS, A CONVIVIR”. En la escuela, como en toda organización el conflicto es inherente a la vida. Es imposible plantearse el encuentro humano sin diferencias, sin puntos de vista distintos, sin conflictos.

Cuando hablamos de convivencia escolar, no hablamos de evitar el conflicto. Pensamos en el marco de interacción entre quien viene a aprender, quien viene a enseñar, el grupo en el que se da este proceso y los diferentes grupos que comparten el espacio institucional.

La convivencia es un valor que nos remite a otros valores que fomentamos desde el Proyecto Educativo Institucional: la vida, el respeto, el reconocimiento de las diferencias, la libertad, la verdad, la solidaridad, la honestidad y la justicia. Estos valores subyacen en nuestras prácticas educativas.

El proyecto de convivencia se contextualiza en tiempos de crisis: de la sociedad, de la familia, de representatividad, de valores. Educar en la convivencia en estos tiempos requiere de reflexiones profundas, en especial sobre el concepto de conflicto.

Frente al conflicto, la escuela y las personas que en ella se desempeñan pueden asumir diversas posturas, pero enfrentar seriamente el conflicto supone asumir ese compromiso con todos los miembros de la comunidad y abordarlo reconociendo que se tienen responsabilidades y limitaciones. Esto permite redefinir el conflicto y buscar la mejor alternativa de solución posible.

Queda abierta la invitación a seguir construyendo estos acuerdos a fin de acompañar a nuestros estudiantes en este camino de la vida. Es la tarea, es nuestra tarea.

 

FUNDAMENTOS: 

Educadores/as y educandos son sujetos de derecho. El avance en el reconocimiento de los niños/as, adolescentes y jóvenes, legalizado y legitimado en la Declaración de los Derechos Humanos y en la Convención sobre los Derechos del Niño –reconocidas en las Constituciones Nacional y Provincial– marcan derechos y obligaciones respecto de estos grupos etáreos.

La institucionalización de estos marcos legales se profundiza con la Ley Nacional Nº 26.061 de la Protección Integral de los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes y   en la provincia de Buenos Aires con la sanción de la Ley N° 13.298 de la Promoción y Protección Integral de los Derechos de los Niños

La sanción de la Ley Nacional de Educación 26206 y la Ley de Educación 13688 de la Provincia de Buenos Aires, con la consecuente extensión de la obligatoriedad escolar al nivel secundario, y  el Marco Conceptual para la elaboración de los Acuerdos Institucionales de Convivencia (Resolución 1709/09) nos llevaron a repensar los roles dentro de nuestra institución, los derechos y obligaciones de los distintos actores de la comunidad educativa, a cuestionarnos  acerca de las formas en que se resuelven los conflictos, buscando maneras compatibles con la concepción de sujetos  de derechos y la inserción social de los alumnos y alumnas, entre otros muchos aspectos prescriptos en ellas.

Como actores sociales clave, protagonistas activos/as de la comunidad, todos/as sus miembros–docentes, alumnos/as, comunidad- pueden participar, comprometerse, pronunciar su palabra y ser escuchados/as, idear proyectos de vida, favoreciendo así la democratización de los espacios escolares.

Nos proponemos “el desafío de lograr la inclusión para que todos los jóvenes y las jóvenes  terminen la educación obligatoria, asegurando los conocimientos  y herramientas que  les garanticen el ejercicio cotidiano del ser ciudadano,  completar los estudios secundarios, continuar en la educación superior y les permitan acceder al mundo del trabajo”. Es en este sentido que nos proponemos el acompañamiento de  situaciones particulares de los estudiantes que puedan serles adversas para el desarrollo exitoso de su trayecto escolar.

Así, pensamos  la escuela como un espacio público, lo que implica:

  • reconocer los derechos de todos los sujetos;
  • respetar las diferencias;
  • apelar a la participación y a la búsqueda de consensos;
  • que la escuela es de todos para usarla y cuidarla. Debe ser respetada en su infraestructura, mobiliario y equipos. El daño a las instalaciones afecta la posibilidad de compartir un espacio común. Su preservación y cuidado redunda en la oportunidad de que cada uno pueda hacer efectivo su derecho a la educación. Por ello consideramos a la reparación como una posibilidad para generar en los alumnos un sentido de pertenencia institucional a partir del cuidado y la preservación de los bienes físicos de la escuela. La correcta utilización de los bienes muebles y las instalaciones de la Institución como así también el cuidado del material didáctico y la cooperación de la limpieza constituye una apropiación del espacio.

Un espacio donde la  centralidad pedagógica, se logra   a través de   una “buena convivencia escolar” que:

  • es una condición necesaria para que se puedan establecer procesos de enseñanza y de aprendizaje y
  • es un contenido a ser enseñado y aprendido por todos en la escuela

 

Un espacio en el que se generan relaciones vinculares

  • un ámbito donde se comparten lugares, tareas, tiempos y encuentros
  • donde no se excluye el conflicto
  • dado que la generación del conflicto es propia de la convivencia humana
  • La escuela es el lugar donde el conflicto es deliberadamente acogido para el enriquecimiento del proceso educativo.

Creemos que “la situación  de conflicto” se produce por múltiples causas, por lo cual consideramos distintos aspectos a tener en cuenta en su etiología:

  1. Lo socio-cultural gral.: aludimos a la incidencia de la cultura o de situaciones sociales que afectan directamente la conducta del o los jóvenes y adultos.
  2. Lo institucional: características de la Institución, clima institucional, modelo de conducción, estilos de comunicación.
  3. LO GRUPAL: características específicas del grupo áulico.
  4. VARIABLES VINCULADAS CON LA PERSONALIDAD DEL estudiante: situaciones familiares o personales.
  5. CUESTIONES VINCULADAS CON EL ACCIONAR DOCENTE: forma de ejercer la autoridad y abordaje del proceso de enseñanza-aprendizaje.
  6. ENTRECRUZAMIENTO DE CIRCUNSTANCIAS CASUALES

 

Por ello la perspectiva, desde la cual concebimos y miramos el fenómeno de lo que tradicionalmente se denomina disciplina en el aula, pone el acento en la necesidad de lograr un adecuado clima de trabajo, un buen clima grupal donde puedan desarrollarse las tareas propias del proceso de enseñanza aprendizaje de una manera constructiva.

Se trata de entender la causalidad de las situaciones de conflicto, esto es “-¿por qué el estudiante actúa así?” , más que identificar a los culpables para castigarlos o aislarlos “ejemplarmente”

La propuesta es intentar comprender por qué se producen los hechos, cuáles son las motivaciones y necesidades que están en juego y tener en cuenta la situación grupal dentro de la cual se producen los fenómenos. Los cristianos sentimos el llamado de Dios a hacer juntos el camino, a buscar las coincidencias y superar los desencuentros para vivir como hermanos.

 

EL OBJETIVO GENERAL DE LA INSTITUCIÓN ES:

                                   “formar personas que cuenten con herramientas para interpretar críticamente a la luz del evangelio, la realidad que les toca vivir y para que sean capaces de participar activamente, con espíritu comunitario, a fin de transformarla a favor del bien común mediante una educación de calidad”.

LOS OBJETIVOS ESPECÍFICOS QUE PLANTEAMOS PARA LA CONVIVENCIA SON:

  • Generar un lazo de confianza y sentido de pertenencia
  • Tomar conciencia de la necesidad del respeto por sí mismo y por los otros. Valorar y valorarnos.
  • Ayudar a los jóvenes en la adquisición de una firme conciencia democrática.
  • Lograr un adecuado clima de trabajo, un buen clima grupal donde puedan desarrollarse las tareas propias del proceso de enseñanza-aprendizaje de una manera constructiva.
  • Respetar las diferencias. Trabajar para la diversidad.
  • Mejorar los vínculos a través del diálogo franco.
  • Reconocer el conflicto como parte de la realidad escolar y oportunidad de cambio
  • Prevenir la escalada de los conflictos que surjan
  • Organizar el uso de espacios y tiempos compartidos
  • Instalar la noción de acuerdo y compromiso como base de la convivencia y la responsabilidad compartida.

 

PROPÓSITOS DE LOS ACUERDOS DE CONVIVENCIA:

 

  • Garantizar la obligatoriedad del sistema
  • Asegurar la inclusión de jóvenes y adultos en los A.I.C.
  • Promover una cultura participativa de jóvenes y adultos
  • Procurar que los procesos de construcción e internalización de normas se conviertan en instrumento privilegiado para la reflexión sobre la ética de la responsabilidad ciudadana.
  • Construir un clima institucional definido en la calidad de la comunicación, el trato de las personas, la participación en las decisiones, la distribución de la información, los niveles de motivación y compromiso y la resolución positiva de los conflictos.
  • Enriquecer las miradas y significados desde una perspectiva pluralista que invite al diálogo, la reciprocidad y la corresponsabilidad
  • Superar el aislamiento y el individualismo, desde una nueva concepción de la ciudadanía que propicie la participación, la habilitación de la palabra y el compromiso en la acción
  • Promover conductas respetuosas entre actores del proceso educativo según responsabilidades y roles.
  • Lograr coherencia, tolerancia y cooperación entre grupos cercanos: cursos paralelos, áreas, ciclos, turnos, parroquia, familias, docentes, directivos, EOE, tutores, etc.
  • Respeto por las personas con las cuales se comparte la vida en común, tanto compañeros como adultos en la escuela
  • Promover el reconocimiento de la escuela como espacio público de ser respetada en cuanto a su infraestructura, mobiliarios y equipos
  • Prevenir y denunciar situaciones de violencia
  • Promover prácticas generadoras de vida, previniendo y desalentando conductas que atenten contra el bienestar físico y psicológico de las personas
  • Asegurar autonomía para la concreción de acuerdos áulicos que no contradigan los principios de este A.I.C.

 PROCESO DE ELABORACIÓN:

Estos acuerdos de convivencia surgen a partir de la revisión de los que fueran aprobados para el nivel polimodal en el año 2003 y de la construcción de nuevos consensos y compromisos con los distintos actores de la comunidad educativa (teniendo en cuenta las leyes mencionadas y las reglamentaciones vigentes). Así, podemos dar cuenta de los siguientes mecanismos y estrategias de participación implementadas:

 

  1. Trabajo realizado por cada curso de la secundaria básica durante el tercer trimestre del 2008 con el acompañamiento de sus docentes tutores acerca de la escuela que queremos donde se promovió el análisis de situaciones cotidianas, la reflexión sobre las mismas y la elaboración de propuestas de cambio. Se  concluyó con  la confección de afiches/conclusiones escritas
  2. Jornada de revisión difusión y revisión de los aic  entre docentes y estudiantes realizada el primer día del ciclo lectivo 2009, concluyendo con  propuestas de modificaciones y reafirmación de acuerdos existentes
  3. Difusión a las familias de los A.I.C. existentes a través del cuaderno de comunicados de los estudiantes aclarando que se encontraban en proceso de revisión.
  4. Realización de reuniones de padres/responsables de los estudiantes de cada curso de la secundaria para replantearnos consensos y  compromisos en torno a valores que resguardan los A.I.C., actitudes que se alientan y desalientan, estrategias de prevención y resolución de conflictos, sanciones a aplicar.
  5. Difusión a los docentes de los A.I.C. existentes vía mail y posterior recepción de sugerencias y opiniones
  6. Reuniones de padres por curso para analizar la forma de resolución de situaciones conflictivas que se produjeron en los grupos de pertenencia de sus hijos, con el posterior planteo de sugerencias de estrategias y/o acciones a implementar.
  7. Propuesta de elección de delegados por curso y definición conjunta (docentes y estudiantes)  en cada grupo del perfil de los representantes para su participación en el consejo de delegados. Elección de dos delegados por curso por votación de sus pares.
  8. Reuniones de equipo docente por áreas durante el receso escolar para el replanteo de los consensos y compromisos respecto del rol docente, el acompañamiento de los grupos de adolescentes y estrategias de posible implementación desde cada área específica para mejorar la convivencia y el rendimiento.
  9. Reuniones del equipo directivo ampliado (directora, vicedirectora, secretarias) con el equipo de preceptoría para replantearnos consensos y  compromisos en torno a valores que resguardan los A.I.C., actitudes que se alientan y desalientan, estrategias de prevención y resolución de conflictos, sanciones a aplicar.
  10. Reuniones plenarias docentes para analizar el ejercicio de la autoridad, igualdad en la asimetría pedagógica, situaciones vividas como riesgo y como oportunidad de cambio. Socialización y análisis de estrategias implementadas para la resolución de conflictos entre pares y entre adultos y jóvenes.
  11. Reuniones de los delegados de cursos de ambos turnos para la revisión de los A.I.C. existentes, tratamiento de las propuestas de modificaciones realizadas por sus compañeros, análisis de estrategias para la prevención y resolución de conflictos, elevación de conclusiones al equipo directivo
  12. Reuniones de directivos, secretarias y  representantes legales para replantear consensos y compromisos  en torno a valores que resguardan los A.I.C., actitudes que se alientan y desalientan, estrategias de prevención y resolución de conflictos, sanciones a aplicar. Así como consultas al personal no docente acerca del replanteo de consensos y compromisos.

 

 CUERPO DEL DOCUMENTO:

SECCIÓN 1 NORMAS: CONSENSOS Y COMPROMISOS

La norma tiene un contenido pedagógico, en tanto propicia maneras de vincularnos con otros, formas de entender el aprendizaje, siendo a través de su aplicación que muchas veces aprendemos e incorporamos pautas de acción. Su aplicación también habla sobre la necesidad de construir un marco  común de justicia, a partir de establecer pautas de actuación, compartidas por los diferentes actores institucionales vinculadas a las prácticas de aprendizaje y enseñanza que la escuela secundaria fomenta. Propicia un marco común en el cual los diferentes actores se sienten contenidos, respetados, reconocidos, lo cual permite reconstruir un horizonte común de expectativas que redunda en una mejora de la propuesta educativa.

 

ÁMBITOS NORMATIVOS:

 

  1. a.      Ámbito de responsabilidad de la escuela

 

El Instituto San Francisco de Asís regula a través de la aplicación de las reglamentaciones vigentes y del presente A.I.C. la conducta de sus estudiantes:

  • Dentro del edificio escolar, durante todo el tiempo que permanecen en sus diferentes espacios, ya sea cursando clases, en los recreos, durante la realización de actividades especiales (actos, jornadas, etc.)
  • En todo espacio y tiempo en que los estudiantes estén a cargo de algún docente en virtud de alguna propuesta pedagógica.

 

  1. b.      La relación entre las personas

 La conformación de un marco compartido por adultos y jóvenes, precisa no sólo que ambos se encuentren comprendidos por las leyes vigentes mencionadas y lo  expresado en los A.I.C., sino del sostenimiento de principios que tiendan a evitar el uso de la violencia, la discriminación, la falta de respeto y la producción de desigualdades al interior de nuestra institución escolar.

Por ello sostenemos:

  • Que todos/as los miembros de la comunidad educativa, como sujetos de derecho, son protagonistas activos/as y  pueden participar, comprometerse, pronunciar su palabra y ser escuchados/as, idear proyectos de vida, favoreciendo así la democratización de los espacios escolares.
  • Que debe haber respeto entre las personas con las cuales se comparte la vida en común, tanto los compañeros como los adultos de la escuela. La institución escolar es un espacio donde la religión, origen social, nacionalidad, etnicidad u orientación sexual no admiten tratos despectivos. La demanda de respeto conlleva una demanda de reconocimiento. Respeto a otros y espero que el otro me respete, respete mi individualidad. Soy igual y distinto al otro. Esto implica evitar la agresión y el uso de la violencia como mecanismo de resolución de los problemas y generar espacios acordes para prevenirla.
  • Que debemos evitar la  discriminación: generando mecanismos que posibiliten la reflexión en torno a ella cuando surgiera.
  • Que debemos actuar con la verdad y siempre hacernos cargo de los propios actos.

El Instituto San Francisco de Asís se constituye, entonces, en un espacio de sociabilidad y aprendizaje de la relación con otros. Un  espacio donde prima la continuidad del encuentro entre pares y con los adultos, no se trata de un “estar juntos” sin más. Se trata de estar juntos atravesando una serie de procesos que son propios de cada edad, y se trata, también y principalmente, de estar juntos en un espacio escolar en el que se promueve la interacción de los sujetos con el conocimiento.

La convivencia en San Francisco de Asís implica  el desafío de tornar posible y grato ese  “encuentro entre personas” que la escolarización propone. Al intentarse lograr una buena convivencia, basada en criterios democráticos, solidarios, de respeto entre las personas, sin discriminaciones de ningún tipo.

Actualmente, las agrupaciones humanas se están preocupando por lograr buenos climas de trabajo y por mejorar la comunicación como factores que influyen directamente en el logro de mejores resultados. Pero, por sobre todas las cosas, una comunidad educativa cristiana, encuentra en su propia esencia, la necesidad del diálogo como la forma más acabada de comunicación humana – humanizante. El diálogo exige descentración, confianza, apertura y respeto. Por lo tanto, se hace necesario consensuar estilos de comportamiento que nos ayuden a lograr un buen vínculo y una comunicación clara y eficaz entre todos los miembros de la comunidad educativa.

Estamos dispuestos a mejorar nuestra convivencia porque nos sentimos capaces de respetarnos, ser compañeros, solidarios, objetivos, flexibles, coherentes, abiertos, tolerantes y con ganas de lograr una afectividad basada en la ternura (actitud no ingenua, que pone la esperanza en “lo mejor” del otro, arraiga en la “com-pasión” –apasionarse y padecer con el otro- y que implica la corrección fraterna como también ponerse en el lugar del otro). En síntesis, queremos reflejar en nuestros actos la presencia de Jesús, descubriendo su presencia  entre nosotros.  La iglesia nos llama a promover en la escuela una educación centrada en la persona humana que es capaz de vivir en la comunidad, aportando lo suyo para su bien.

Por eso se desalientan  las siguientes actitudes que entre las personas (jóvenes y adultos):

 

  • Actuar en contra de lo establecido en las reglamentaciones vigentes y los A.I.C
  • Aislarse y no participar.
  • Actuar en forma individualista y no comprometerse con los acuerdos consensuados
  • Guardar silencio ante situaciones de conflicto o que atenten contra la integridad física o mental de las personas
  • Guardar silencio ante situaciones que pongan en riesgo la salud o la vida de las personas
  • Mentir, engañar y no hacerse cargo de los propios actos
  • Reírse de opiniones, apariencia física, etc.
  • Tener, promover o justificar actitudes de violencia, maltrato o discriminación propias o de otros
  • Usar maneras inadecuadas en la comunicación (gritos, gestos inapropiados, insultos, etc.)
  • Discriminar por la religión, origen social, condición económica, nacionalidad, etnicidad u orientación sexual, etc.
  • Descalificar o negar al otro.
  • Posicionarse encerrado en uno mismo y no  escuchar a los demás
  • Accionar individual o grupalmente en contra del bienestar de otra  persona o de sus derechos.

 

  1. c.       La relación entre las personas en el marco del ejercicio de su rol

 

  • Para los docentes de la Escuela:

La persona que se encuentra frente a un grupo sugiere o propone al mismo, con actitudes, un determinado modelo vincular que, en nuestra Institución, se apoya en la legislación y reglamentaciones vigentes como así también en los valores religiosos y humanos que promueve y sostiene nuestro Ideario.

 

Actitudes básicas del docente

Cuando las actitudes tienden a alentar una matriz cooperativa, de aceptación y confianza mutua, se va generando una atmósfera distendida donde se abonan progresivamente las actitudes de agresión y de defensa y comienzan a florecer conductas de mutuo aliento y apoyo.

Por lo expuesto se espera del docente:

  • Que favorezca una buena integración grupal
  • Que facilite la comunicación dentro del aula, que de un lugar a todos y cada uno de los miembros del grupo, escuchando y respetando las opiniones de los alumnos.
  • Que favorezca la comunicación -con los estudiantes, padres, directivos, etc.-haciendo uso de las herramientas que tiene a su alcance (cuaderno de comunicados, entrevistas, participación en actos escolares, eventos comunitarios que se organicen…)
  • Resolver los conflictos a través del diálogo y una confrontación civilizada.
  • Que respete los horarios de comienzo y finalización de la jornada  como de cada uno de los períodos, clases y tiempos de descanso.
  • Disposición para participar y acompañar, dentro de sus posibilidades, las actividades escolares y extraescolares que realizan los alumnos (campamentos, convivencias, organización de eventos por parte de los alumnos, saludo matutino y vespertino, izamiento y arrío de la Bandera)
  • Que desarrolle todo aquello que fortalezca o preserve los valores sustentados en el Ideario y que guían la relación entre los miembros de la comunidad educativa (alumno, padres, docentes, personal administrativo y de mantenimiento, parroquia)
  • Compromiso y responsabilidad en el desempeño de su tarea
  • Apertura para escuchar sugerencias del  equipo directivo y generar  modificaciones positivas cuando se requieran
  • Apertura y buena disposición para el trabajo en equipo con sus compañeros docentes, en departamentos de materias afines, con el equipo directivo.
  • Valorar la libertad de que se dispone, actuando responsablemente.
  • Cuidar su presentación personal siendo acorde a su rol docente

Por ello las actitudes que se desalientan en los docentes son:

  • Omitir el planteo de las dificultades y/o ocultar un conflicto impidiendo así la intervención a favor de la resolución positiva, justificando comportamientos inadecuados
  • Tener, promover o justificar actitudes de violencia, maltrato o discriminación propias o de otros
  • Ejercer la autoridad de manera discrecional, arbitraria o espasmódica, deformando el contenido pedagógico de la norma e impidiendo la construcción de un horizonte común de justicia en la institución escolar.
  • No  respetar los horarios de comienzo y finalización de la jornada  como de cada uno de los períodos, clases y tiempos de descanso.
  • No cumplir con sus obligaciones específicas.

  • Para los alumnos de la escuela:

Como parte de la comunidad educativa, los alumnos se preparan para ser transformadores críticos de la realidad en todos sus aspectos.

Luego, es esencial desarrollar su autonomía para que pueda decidir por sí mismo, capacitarse como trabajador y como ser humano en torno de objetivos decididos en forma independiente a lo largo de su vida. Es necesario desarrollar personalidades flexibles, con capacidad de adaptación continua, con un anclaje fuerte en afectos y por sobre todo que tenga valores éticos y morales claros, firmes, no cambiantes.

 

Por lo tanto promovemos un Joven:

                       

  • Que pueda formarse en forma libre y autónoma, en sus decisiones, con espíritu crítico y democrático. En búsqueda constante de la verdad.
  • Que sea solidario y responsable socialmente; servicial, trabajador, sensible ante las necesidades de los otros y dispuesto a promover la justicia y la paz.
  • Enriquecido con los saberes y las competencias necesarios para transformar la realidad sociocultural, integrarse en el mundo del trabajo y seguir aprendiendo durante toda la vida.
  • Que desarrolle paulatinamente su capacidad para aprender a aprender, aprender a conocer, a hacer, a valorar y a ser.
  • Flexible para adaptarse a los cambios sin renunciar a los valores.
  • Que respete su propia dignidad humana, hacerla respetar y respetar la de los demás.
  • Capaz de asumir personalmente responsabilidades en orden a su propio crecimiento y el de las comunidades y grupos en los que participa.

 

Actitudes básicas de los estudiantes:

  • Colaboración en todo sentido con el desarrollo de la clase y actividades escolares (programáticas y extraprogramáticas), evitando conductas que la perturben y privilegiando un buen clima de trabajo grupal.
  • Actuar con la verdad y siempre hacerse cargo de los propios actos.
  • No tomar de “punto” a ningún compañero con palabras o hechos que puedan ofenderlo o molestarlo.
  • Escuchar, respetar y valorar al otro. Aceptar las diferencias y buscar enriquecimiento personal y grupal.
  • Aceptar el error del compañero y el propio. Perdonar y perdonarse. Estar dispuestos a recomenzar; ponerse en el lugar del otro.
  • Plantear los conflictos oportunamente para intentar resolverlos
  • Resolver el conflicto a través del diálogo y una confrontación civilizada.
  • Valorar la libertad de que se dispone, actuando responsablemente.
  • Entregar  el cuaderno de comunicados firmado por sus padres o adulto responsable  en perfecto estado como corresponde a un documento.

Por eso las actitudes que se desalientan en los estudiantes son:

  • Perturbar el desarrollo de las clases y alterar negativamente el clima de trabajo.
  • Ser indiferentes frente a las propuestas, abandonarse en el esfuerzo de los otros, copiar trabajos realizados por otros.
  • No aceptar las correcciones de docentes y/o directivos cuando haya tenido un comportamiento inadecuado.
  • Tener, promover o justificar actitudes de violencia, maltrato o discriminación propias o de otros.
  • Cerrarse y endurecerse frente al error propio y ajeno. Criticar desde afuera.
  • Mentir, esconder, engañar, negar la responsabilidad frente a sus acciones y las consecuencias de las mismas.
  • Omitir el planteo de las dificultades y/o ocultar un conflicto impidiendo así la intervención a favor de la resolución positiva, justificando comportamientos inadecuados.
  • Actuar incorrecta o irresponsablemente, sin pensar en las consecuencias de sus acciones.
  • No esforzarse por aprender en las distintas materias.

      Para el personal no docente de la escuela:

  • Respetar y acompañar a los estudiantes y derivar al Equipo Directivo las situaciones que perturben el buen desempeño de sus tareas.
  • Colaborar con una mirada atenta de los estudiantes.
  • Resolver los conflictos a través del diálogo y una confrontación civilizada.
  • Respetar los horarios de apertura y limpieza de aulas u horarios administrativos.
  • Disposición para participar y acompañar, dentro de sus posibilidades, las actividades escolares y proyectos institucionales.
  • Compromiso y responsabilidad en el desempeño de su tarea.
  • Apertura para dialogar con el equipo directivo, sugerir y generar modificaciones positivas cuando se requieran.

 

  1. d.      El uso de tiempos compartidos

Se espera:

  • Compromiso, responsabilidad y puntualidad en los tiempos de ingreso y egreso a la institución en horarios del turno y en las materias a contraturno.
  • Cumplimiento en los días y horarios de izamiento y arrío de la bandera.
  • Cuidado por los momentos comunes y compartidos colaborando con buena predisposición y respeto

Actitudes que se desalientan:

  • Faltar el respeto. Actitudes individualistas que atenten contra el desarrollo de las actividades comunitarias.
  • Desvalorizar los momentos y actividades compartidas por todo el grupo y/o institución

 

  1. e.       El cuidado de los materiales y el mobiliario

La escuela es de todos (jóvenes y adultos) para usarla y cuidarla. Debe ser respetada en su infraestructura, mobiliario y equipos. El daño a las instalaciones afecta la posibilidad de compartir un espacio común. Su preservación y cuidado redunda en la oportunidad de que cada uno pueda hacer efectivo su derecho a la educación. Por ello consideramos inaceptable el daño producido intencionalmente o por negligencia y a la reparación como una posibilidad para generar un sentido de pertenencia institucional a partir del cuidado y la preservación de los bienes físicos de la escuela. La correcta utilización de los bienes muebles y las instalaciones de la Institución como así también el cuidado del material didáctico y la cooperación con la limpieza constituye una apropiación del espacio.

Para ello se requiere:

  • Utilizar cuidadosa y responsablemente las  instalaciones, mobiliario y los materiales de la escuela
  • Colaborar para mantener limpios y prolijos los lugares de uso común: aulas, baños, patios, etc.
  • Al finalizar el turno dejar el aula en condiciones: sillas levantadas, mesas, paredes y pizarrones limpios y papeles en el cesto.
  • Colaborar para mantener limpios y prolijos los lugares de uso común: aulas, baños, patios, etc.
  • Reparar los daños causados intencionalmente o por actuar con negligencia

Actitudes que se desalientan en torno al uso del mobiliario y  material escolar:

  • Romper, destruir o dañar instalaciones, mobiliario, materiales escolares
  • Comer dentro del aula

 

SECCIÓN 2: MEDIDAS  A APLICARSE EN CASO DE TRANSGRESIONES. SANCIONES

Para poder definir los criterios, responsables y tipo de sanción,  antes nos parece que es imprescindible, tener desde la Institución una mirada preventiva; poniendo el acento en la necesidad de lograr un adecuado clima de trabajo, una buena predisposición grupal donde puedan desarrollarse las tareas propias del proceso de enseñanza-aprendizaje de una manera constructiva.

La intención es comprender por qué se producen los hechos, cuáles son las motivaciones y necesidades que están en juego y tener en cuenta la situación grupal para buscar estrategias de prevención antes de intervenir desde la sanción.

En San Francisco de Asís creemos que espacios como los campamentos y las convivencias que desarrollamos durante el año, como así también las experiencias de aprendizaje-servicio, ayudan a conocer a los distintos grupos, potenciando sus capacidades y acompañándolos en sus dificultades.

Cuando se superan las instancias preventivas y estamos ante una situación conflictiva o transgresión de alguna pauta de convivencia, la aplicación de las sanciones se efectuará de acuerdo con los siguientes criterios:

 

  • Para determinar la gravedad de la falta se tendrá en cuenta:
    • el contexto de las transgresiones de acuerdo con el rol, las circunstancias;
    • la historia institucional y personal;
    • la edad;
    • el grado de premeditación;
    • el grado de transgresión;
    • los perjuicios causados a otros o a la Institución,
    • el cumplimiento de acuerdos anteriores y, por último,
    • la reiteración de la falta.
  • Antes de la aplicación de cualquier sanción se permitirá la defensa o el descargo, el reconocimiento de la falta, la reflexión sobre el daño causado y su reparación.
  • Se valorará positivamente el reconocimiento del error.
  • Se promoverá el diálogo como estrategia para la resolución del conflicto y  las estrategias que tiendan a la integración y contención.
  • Las sanciones tendrán carácter reparatorio, procurando rehacer el camino de la transgresión de una forma constructiva. Se busca reparar el daño (reconstruir lo destruido, desagraviar al agraviado, disculparse, etc.)
  • Las sanciones aplicadas a docentes y no docentes serán asentadas en su legajo personal con notificación escrita del interesado

 

Frente a una falta concreta se intervendrá según los siguientes pasos:

a)        Ante una falta leve, llamado de atención oral realizado por  responsable a cargo del estudiante, personal docente o no docente.

b)        Si la falta leve se reitera, se efectuará un llamado de atención en forma escrita,  colocando el llamado de atención en el cuaderno de

comunicados y legajo del estudiante que será firmado por él.

c)        Si la falta  reiterada fuera de personal docente o no docente se asentará en su legajo con notificación firmada del interesado.

d)       En caso de falta grave o reiteración de faltas leves por el estudiante se citará a la familia del alumno con entrevista escrita para reflexionar sobre el hecho, y/o reiteración de la falta, acordar por escrito el compromiso de reparación del mismo y registrar la sanción  correspondiente.

d)  Si el alumno continúa con actitudes incorrectas, o se determina que la falta es muy grave de acuerdo a los criterios previstos, se aplicará alguna de las siguientes sanciones:

 

  • Llamado a la reflexión en búsqueda del reconocimiento de la falta y la reparación de la misma, la cual podrá desarrollarse a través del diálogo personal con el estudiante, pedido de disculpas, reparación moral y/o material, trabajo pedagógico o comunitario que implique por su parte un verdadero análisis sobre sus actitudes y/o faltas, citación a los padres con el compromiso escrito para modificar sus actos.

 

En ninguna circunstancia el estudiante perderá su escolarización y siempre se informará a la familia sobre las medidas tomadas por la Dirección de la escuela.

 

SECCIÓN 3: CONSEJO INSTITUCIONAL DE CONVIVENCIA (CIC):

Tendrá como función esencial el asesoramiento sobre las sanciones correspondientes a las faltas y transgresiones, participación en situaciones que requieran la aplicación de soluciones alternativas (negociación, mediación…), proponer estrategias para la prevención de  los conflictos y velar por el cumplimiento de los acuerdos de convivencia diseñados por todos los miembros de la comunidad educativa.

Estará conformado por 8 (ocho) miembros:

Directivo

2 representantes de docentes

2 representantes de alumnos del ciclo básico

2 representantes de alumnos del ciclo superior

1 representante del EOE

 

Para la elección de representantes de alumnos cada curso elegirá por voto directo a dos representantes y entre ellos se votarán los 4 (cuatro) que integrarán el C.I.C. Los representantes docentes serán elegidos por votación de sus pares entre aquellos que se postulen para representarlos.

Se establece que sesionará  con una frecuencia mensual alternando las reuniones en los turnos mañana y tarde. Según las necesidades que se presenten podrá acordarse entre sus miembros una o más sesiones.

Podrá desdoblarse garantizando su funcionamiento en cada uno de los turnos del establecimiento

Podrá deliberar y recomendar con al menos la mitad más uno de sus miembros y manteniendo la proporción de representantes de cada sector.

Ante una situación emergente, la Dirección y/o al menos la mitad más uno de los miembros del CIC, manteniendo la proporción de cada sector, puede convocar al Consejo Institucional de Convivencia a una sesión extraordinaria.

Las recomendaciones que el Consejo dirige a la Dirección de la escuela se harán por escrito y deberán estar firmadas por los miembros del cuerpo que intervinieron directamente en la sesión. Considerando el informe, el Director del establecimiento resolverá sobre la pertinencia o no del mismo en relación con las normas en los Acuerdo Institucionales de Convivencia. Elevado el dictamen y tras su análisis, si el Director observa que no responde al CIC (con sus miembros titulares y suplente) en este caso, el Director deberá presidir obligatoriamente la sesión e iniciarla con una explicación de los fundamentos de la convocatoria para poner a  consideración nuevamente la propuesta.

SECCIÓN 4: PLANIFICACIÓN DE INSTANCIAS DE REVISIÓN Y AJUSTES PERIÓDICOS DEL AIC

El Acuerdo de Convivencia será evaluado, con el propósito de mejorarlo, durante las jornadas del mes de agosto y octubre y durante la reunión extraordinaria que realizamos a mediados de año con toda la comunidad educativa.